Es normal que durante el embarazo haya periodos en los que tu deseo sexual sea más bajo o incluso pueda llegar a desaparecer. En este artículo te explicamos por qué sucede, en qué momento y cómo mantener el deseo.
¿Por qué puede disminuir el deseo durante el embarazo?
La primera idea de la que tenemos que partir es que cada mujer va a vivir el embarazo de una manera diferente, no hay dos mujeres iguales. Y, la siguiente idea fundamental es que el deseo sexual está ligado tanto a aspectos biológicos (hormonas) como a psicológicos, por lo que estos últimos también van a tener su efecto.
Durante el primer trimestre muchas mujeres describen que su deseo sexual baja y las causas pueden ser diversas: hacerse a la ideal del embarazo (sobre todo cuando no es buscado), lidiar con el cansancio, las nauseas, entre otros, como pueden ser las fluctuaciones hormonales.
A su vez, se produce una disminución de los estrógenos que puede derivar en sequedad vaginal, por lo que si ha habido algún encuentro puede haber resultado molesto o doloroso. Para esta causa los expertos recomiendan el uso de cremas hidratantes vaginales o lubricantes que aportan humedad y suavidad.
Durante el tercer trimestre hay mujeres que se encuentran muy molestas físicamente y que ven que su libido baja. Esto puede deberse a dolores musculares, cansancio persistente, retención de líquidos, sensación de pesadez… Al igual que los cambios físicos también pueden ocasionar que no se vea atractiva y evite el encuentro e incluso la mirada de la pareja.
En este último trimestre también suele ser frecuente que uno o ambos miembros de la pareja teman que las relaciones con penetración puedan hacer daño al bebé. Dicho esto, los profesionales señalan que no hay por qué temer.
¿Cómo mantener el deseo sexual durante el embarazo?
Uno de los aspectos más importantes a la hora de tener una vida afectiva con la pareja es disfrutar de una buena comunicación. En el aspecto sexual también va a ser fundamental en cualquier etapa de la vida, especialmente durante y después del embarazo, donde tantos aspectos físicos y emocionales se ponen en juego en el encuentro. No solo se trata de poder decirle al otro lo que gusta y apetece, o los límites que ahora define, si no también hablar de las inseguridades, los cambios y las emociones puede permitir que la pareja pueda acompañar también de otra manera y eso une mucho más. Por ejemplo, ante el temor de no verse atractiva y hablarlo, la pareja puede decirle lo sexy que le parecen sus nuevas curvas.
Una buena comunicación también puede derivar en contar fantasías y deseos que ahora puedan estar viviendo cada miembro de la pareja. Se pueden probar nuevas posturas, juegos, roles, incluir juguetes en los encuentros, etc.
Fundamental, unos buenos preliminares. Hay que olvidarse de que todo es la penetración y favorecer el erotismo, los besos de la adolescencia y las caricias que parecen descuidadas. Lo mismo sucede con los masajes, se pueden descubrir muchas más zonas erógenas de las que te imaginabas. Y, llegado el momento, si hay problemas de humedad para eso están los lubricantes, como puede ser el de Ylang Ylang de Durex que sirve tanto para masajes como para todo tipo de encuentro.
No todo acercamiento ha de acabar en una penetración del tipo que sea. Muchas mujeres pueden sentirse presionadas, no porque las presionen -que a veces también- si no por la propia presión de lo que ellas creen que han de hacer o de sentir. Es fundamental jugar más para disfrutar más, en lugar de presionarse y hacerlo por cumplir.
Originally posted 2023-02-14 06:24:51.
